domingo, 8 de septiembre de 2013

autor : YURIBET BARRAZA

Cambio de opinión

Armando y María daban un paseo romántico por el campo. Los deseos 
amorosos de Armando aumentaban conforme se internaban entre los 
arboles. Justo cuando su cachondez llegaba al máximo y comenzaba a 
arrimársele a María, ella lo interrumpe: 
"Espero no te moleste, pero tengo ganas echarme una meadita". 
Un poco sorprendido por la vulgaridad, le dice, "está bien, ¿por qué 
no te vas detrás de estos arbustos?
Ella asiente y desaparece detrás de la maleza.
Mientras Armando espera, puede escuchar el sonido de los calzoncillos
de nilón deslizándose por las hermosas piernas de María, imaginando
todo aquello que está quedando expuesto. Incapaz de contener un
segundo más sus instintos de lubricidad, mete el brazo a través de los
arbustos y toca la pierna de María. Suavemente sube la mano más y más,
hasta que, horrorizado, agarra algo largo y grueso que cuelga entre
las piernas de María.
"¡María, por Dios! ¿Cambiaste de sexo?, grita angustiado".
"No", contesta ella, "cambie de opinión... estoy cagando".

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